La comercializadora estadounidense de artículos deportivos Rawlings, se encuentra liderando el mercado de cascos para béisbol con la producción del casco Pro Comp S100, con el cual busca brindar una excelente protección a todos los equipos de la liga mayor, para los cuales es obligatorio llevar este casco.
El Pro Comp S100 es un casco que pesa 18 onzas, casi cinco onzas menos que el casco original S100, esto hace que aumente su protección de 68 a 100 mph. La reducción de peso se consiguió por el uso de fibra de carbono en la fabricación de los cascos.
El material con que se elaboran es compuesto de fibra de carbono de grado aeroespacial, esto permite que el casco sea 300% más rígido y 130 veces más fuerte que el tradicional casco de plástico ABS, que se usaba anteriormente en la Liga Mayor de Béisbol como norma.
“En conjunto con la MLB (las grandes ligas de béisbol) y su Asociación de Jugadores, se desarrolló el casco de bateo S100 Pro Comp de Rawlings para proporcionar una mayor protección a los mejores jugadores de béisbol del mundo, a la vez que se da cumplimiento a sus exigencias especificas funcionales y de rendimiento”, dice Art Chou, vicepresidente senior de productos de Rawlings con sede en St. Louis.
“La evolución de la línea de productos S100 de Rawlings ilustra claramente cómo podemos ofrecer soluciones innovadoras de protección al más alto nivel del deporte sin dejar de ofrecer equipos de alto rendimiento, lo cual permite que los jugadores puedan seguir desempeñándose en sus niveles máximos.”
“Proteger a nuestros jugadores con las últimas novedades en equipos de protección es una prioridad de la Liga Mayor de Béisbol”, dice Dan Halem, Vicepresidente Senior de Relaciones Laborales de la Liga Mayor de Béisbol.
“El año pasado el Pro Comp S100 de Rawlings recibió una gran acogida por parte de los jugadores de la MLB y estamos encantados de dar el siguiente paso que es extenderlo a toda la liga.”
La versión del S100 no fue muy popular en los últimos años, pues para algunos jugadores era demasiado pesado y voluminoso, incómodo de llevar o de correr con el casco puesto. Por estas razones Rawlings ideó cambiar el plástico por fibra de carbono. Aunque esto hace el casco cinco veces más costoso y más demorado en producción, puesto que la fibra de carbono es un material un poco complicado para ser trabajado.