Andrew Slorance quedó paralítico a la edad de 14 años después de caer de un árbol y romperse la espalda.
“Salir en público por primera vez como un usuario de silla de ruedas, fue una experiencia muy difícil. Me sentí discapacitado, no porque estuviera paralizado, sino porque la silla de ruedas que me dieron era lo más incapacitante posible. Cuando era niño este dispositivo médico me envolvió y representó quién yo era hacia quienes me rodeaban” explica Andrew.
Fue entonces cuando Andrew comenzó a pensar en maneras de mejorar esencialmente la silla de ruedas, a partir de un dispositivo médico para convertirse en una tecnología deseable. Con 20 años de experiencia de conducir la silla de ruedas, Andrew pensó en una gran idea.
Andrew eligió la fibra de carbono como el material que usaría. No sólo por su evidente belleza, sino también por sus cualidades de ligereza y extra fuerza. Lo llamó “Carbono Negro”
“Carbono Negro” es construido alrededor de un monocasco de fibra de carbono ultra-compacto que permite facilitar el transporte y la portabilidad. Se mueve con llantas de carbono de 28 pulgadas para ofrecer una gran eficiencia energética. También tiene luces LED integradas para ayudar al usuario con el uso de noche. El diseño permite una forma mucho más fácil de entrar y salir de la silla, asimismo pasarse más fácil al coche. “Con “Carbono Negro” un usuario puede viajar largas distancias y ascender laderas que no podría lograr con una silla de ruedas convencional. El prototipo actual pesa 8 kg (17,6 libras) con todo incluido, se espera que la silla de producción sea al menos dos libras más ligera “, dijo Andrew. Una silla de ruedas promedio pesa alrededor de 30 libras, y esta pesa casi la mitad.
Andrew continuó: “Mi esperanza es que los recién lesionados en algún accidente o en una guerra, puedan potenciar y aprovechar su vida. Carbono Negro los representará en una positiva y elegante salida a su problema y mejorará sus habilidades. La silla va a romper fronteras y a ser un foco positivo para el debate y la integración social”.
Andrew utiliza el prototipo de Carbono Negro y dice que nunca podría volver a usar una silla de ruedas convencional. El Carbono Negro salió a la venta en Europa a finales de 2012 y en los EE.UU. poco después. Cada silla está fabricada a medida por el cliente, lo que aumenta el precio un poco más. Carbono Negro tiene un costo entre $ 10,000 y $ 13,000 dólares.
Para más información acerca de la silla de ruedas Carbono Negro, se puede ingresar a la página: http://www.carbonblacksystem.com/