La fibra de carbono es un material que nace a partir del tejido de las fibras tejidas y endurecidas por una resina termo-estable. Tiene innumerables ventajas, entre ellas ligereza y alta resistencia, por lo que los fabricantes de cascos en fibra de carbono hacen uso de él en la creación de cascos tope de alta gama.
Cascos de moto fibra de carbono
A pesar de las múltiples ventajas que ofrece la fibra de carbono, esta no puede ser usada sola. La carcasa de un casco debe ofrecer un porcentaje de flexión que absorba la energía del impacto, con lo cual se previene que la fuerza del golpe filtre hacia el cerebro del conductor.
Siendo la fibra de carbono muy fuerte y bastante rígida, es por ende muy resistente a dicha flexión, por lo que el fabricante debe superar este escollo de seguridad. En aras de ello, actualmente la industria de cascos incorpora materiales a la fibra de carbono en compuestos para añadir flexión, que proviene de la elasticidad que aporta el otro material añadido.
Los cascos de solo fibra de carbono fueron un boom en su momento, pero debieron ser modificados en base a este reto de seguridad para el usuario. Los compuestos que usa la industria actualmente incluye materiales como fibra de vidrio, kevlar, plástico reforzado y otros de características similares creados especialmente para dar la flexión específica del caso y que los cascos reúnan las condiciones que implementan los estándares internacionales de seguridad.
Aunque el casco esté hecho de un compuesto a base de fibra de carbono y otro material, sigue denominándose “casco de fibra de carbono” si su porcentaje en la mezcla es superior al 60%. Si es menor a eso, son cascos de compuestos.
Cascos de fibra de vidrio
Los cascos de fibra de vidrio son artesanales y personalizados, porque por sus características, este material no puede ser inyectado en moldes mediante proceso automatizado de producción. Es un material resistente y maleable en la elaboración, usualmente requiere pocas capas del material llevarlo a cabo, aunque cada capa da más dureza pero con la elasticidad adecuada. }
Sin embargo, sigue siendo más pesado que la fibra de carbono, la cual hasta ahora es una de las fibras más ligeras en el mercado.
Cascos en fibra de carbono para motos
El proceso por el cual les creada la fibra de carbono, tiene tanta importancia en la resistencia final como el material en sí. Se tejen las fibras hasta llegar a obtener un género de carbono. Lo mismo sucede con los compuestos: se tejen las fibras de carbón en el otro material. Esta acción le otorga fuerza a la aleación en dos planos, posterior a lo cual se embebe en un aglutinante, generalmente resina termoplástica, aumentado su fuerza a tres dimensiones.
Hacer este proceso en varias capas, refuerza aun más el casco final y multiplica su fuerza. Claro está, hay otros procedimientos, pero todos propenden a la multiplicación de la fuerza.
Se sabe que al hablar de cascos en fibra de carbono hay seguridad, lo cual es una excelente inversión. Son seguros, ligeros, estéticamente agradables y absorben mejor las vibraciones.
Cascos fibra de vidrio o carbono
Los usuarios siguen prefiriendo el carbono a otros materiales, a pesar de los costos, pues vale la inversión. La fibra de vidrio ofrece resistencia y flexibilidad en una medida justa, pero sigue siendo más pesada que el carbono. La reducción del peso, sobretodo en un casco, mejora la seguridad del piloto y reduce la fatiga, por lo cual el carbono se impone sobre otros materiales.
Un casco de fibra de vidrio puede durar muchos años, pero aun así la fibra de carbono supera la resistencia de esta. Además, la fibra de vidrio disipa la energía del impacto por rotura, lo cual por sí solo no representa peligro, si el piloto cae una vez, no hay problema, pero si cae dos veces (como en los casos cuando sale disparado de la moto e impacta en muro y luego cae al suelo), la protección está comprometida.
Casco fibra de carbono y kevlar
Actualmente, la mayor parte de los compuestos para la elaboración de cascos en fibra de carbono proceden de un tri-composite: carbono-kevlar-fibra de vidrio.
Es el compuesto que hoy día es más común entre cascos de gama alta y su mejor opción de seguridad debido a las propiedades de absorción y resistencia, resultando más económico que los que son totalmente carbono.
Sin embargo, la opción más escogida después del tricomposite es la aleación Fibra de carbono-Kevlar, pues combina la ligereza y alta resistencia del carbono con la resistencia a la abrasión del Kevlar.
A pesar de ser aun muy exclusiva y por lo tanto costosa en comparación con otros materiales, es muy buscado por los pilotos. En las competiciones es común ver este tipo de cascos de aleación carbono-kevlar, pues ofrece muchas ventajas a los competidores.
El Kevlar es pesado, por lo que en el compuesto debe ser usado en un porcentaje menor al carbono para otorgar la resistencia característica de esta aramida. En el proceso de producción, el Kevlar ofrece deformación mínima de la cara anterior del tejido, menos capas de material y reducción de requisitos en el proceso de tejido.
Tanto el Kevlar como el Carbono constituyen los materiales de la mayoría de los cascos homologados, o que son aceptados por las normas internacionales y de estándares de seguridad en cuanto a este rubro, y eso se debe a que ambos han superado pruebas de seguridad importantes y de alta exigencia por la constitución de su estructura y la absorción del impacto por parte de estos elementos. En conjunto como compuesto, pues resultan aun mejores.
La difícil mecanización del Kevlar se hace más llevadera por la maleabilidad del carbono. La ligereza de ambos (el carbono más que el Kevlar) y su resistencia en diversas situaciones (el carbono a impactos, el Kevlar a la rotura o abrasión), los hacen materiales por excelencia en el entorno de seguridad, especialmente en el caso de pilotos motorizados, quienes no cuentan con la protección de la carrocería de un vehículo, allí radica la importancia de un buen casco.